dimecres, 4 de juliol del 2018

PRINCESAS DISNEY



Walt Disney encierra un gran número de personajes y creaciones de dibujos animados: animales, robots, seres imaginarios, figuras protagonistas y antagonistas, etc., todos estos grupos subdivididos en varones y féminas. No obstante, la investigación científica sobre dicha temática y sobre los roles de género se centra en el análisis y estudio de la evolución de las princesas Disneymayoritariamente desde Blancanieves de Blancanieves y los siete enanitos hasta Elsa y Anna de Frozen: El reino de hielo . Pero no se aprecian investigaciones sobre el rol que queda representado en los príncipes como figura protagonista masculinba de los filmes y de quienes ejercen la maldad; se observa una carencia de investigación en este tema concreto.
Puesto que la atención recae en el análisis y estudio de las princesas Disney en relación con las cuestiones de género, estereotipos, conductas machistas, etc., se procede a hacer una recopilación de aquello que está estudiado y que es de interés para esta tesis doctoral. Intentando también establecer por contraposición cómo son los roles que adoptan los príncipes en esta colección de clásicos Disney y las figuras malvadas que arremeten contra este grupo real.
Esta colección presenta una exuberante cantidad de dibujos que son mujeres, pero no todas ellas pertenecen a la realeza de Disney, para atribuírseles dicha condición es necesario que o bien desciendan de reyes y reinas, o bien adquieran dicho título al contraer matrimonio con un príncipe. Estas son: Blancanieves de Blancanieves y los siete enanitos , Cenicienta de Cenicienta , Autora de La bella durmiente , Ariel de La sirenita, Bella de La Bella y la Bestia, Jasmine de Aladdin, Tiana de Tiana y el sapo, Rapunzel de Enredados y Elsa y Anna de Frozen: El reino de hielo. Algunos autores consideran también princesas a Pocahontas de Pocahontas, Mulan de Mulan y Vaiana de Vaiana. No obstante, en esta síntesis y recorrido bibliográfico sobre el tema decide no incluirse en el grupo de princesas Disney en tanto que no lo son: Pocahontas y Vaiana -hijas de dos importantes jefes de tribus indígenas- y Mulan -quien no pertenece a la realeza ni contrae matrimonio con un miembro de esta-.
Una vez establecidas las mujeres consideradas como princesas Disney es necesario categorizarlas en tres grupos con tres contextos sociales diferentes en relación al momento en que son estrenadas las películas que protagonizan. Pues estas van evolucionando, adaptándose a los tiempos y a colectivo de consumidores que demandan el producto.
Las princesas Disney evolucionan y van adaptando sus roles según el contexto histórico en que son creadas y recreadas en las películas de animación; de tal modo que pueden clasificarlas en 3 grandes grupos. Esta clasificación coincide con los movimientos y revoluciones feministas del s. XX y s. XXI; estableciendo así tres eras en la categorización de roles de princesas Disney: era doméstica, era de la rebelión y de la ambición y era del espíritu independiente y libre. No obstante, a la hora de enmarcarlas en los grupos, sobre todo en los dos últimos, hay disparidad de opiniones. 


PRINCESAS DISNEY


ERA

NOMBRES

CARACTERÍSTICAS





Era doméstica




-        Domesticidad
-        Damiselas en peligro
-        Ideal de belleza occidental
-        Importancia del amor romántico











Era de la rebeldía y de la ambición


-        Rebeldía (adolescencia de las princesas)
-        Mayor sensualidad
-        Pervivencia del ideal de belleza occidental
-        Ausencia del amor romántico como hilo conductor de la vida de las princesas











Era del espíritu independiente y libre




-        Rotura del ideal de amor romántico a favor de la fraternidad
-        Introducción de los colectivos LGBT




MUJERES DISNEY


ERA

NOMBRS

CARACTERÍSTICAS





Era de la rebeldía y de la ambición





-        Rebeldía (adolescencia de las princesas)
-        Mayor sensualidad
-        Pervivencia del ideal de belleza occidental
-        Ausencia del amor romántico como hilo conductor de la vida de las princesas




Era del espíritu independiente y libre


-        Rotura del ideal de amor romántico
-        Libertad, independencia y emprendeduría

¿BUENOS O MALOS?



El mayor apogeo de las influencias culturales está entre los 7 y los 12 años de edad. No obstante, se llega a pensar que actualmente es cada vez más temprana la edad a la que la población estudiantil se expone a la televisión y a los dibujos animados, por ello se considera que la influencia de estos medios ejerce su aparición mucho antes, ya desde la primera infancia.
De modo que, todas estas series y los filmes infantiles son productos visuales enmarcados dentro del gran grupo de la Cultura Visual, ya que, forman parte de la cotidianidad, por ello acaban formando parte de la vida de las personas. Todo ello, constituye una parte fundamental de su contexto, por ello no puede quedar en el olvido y no tratarse en las aulas por lo que se considera “falta de tiempo”. Este es uno de los contenidos más importantes durante las primeras etapas de la escolarización a día de hoy. Además, introduciendo estos temas no solo se contribuye a su desarrollo integral y óptimo como personas, sino que también se consigue dotar a las clases de un gran carácter lúdico, atractivo y placentero.
Es habitual comprobar que las criaturas a la vuelta de la escuela infantil acuden corriendo a sentarse en el sofá para no perderse sus series favoritas como pueden ser La patrulla canina  o Peppa Pig. Una gran proporción de estudiantes de Educación Infantil en los recreos interpretan a los personajes y juegan entre pares a sus series favoritas como El pequeño reino de Ben y Holly. Realmente, cuando se están cursando periodos de prácticas escolares como ocurre en el transcurso del curso escolar 2015-2016 y 2017-2018, comportamientos como estos pueden constatarse. Para poder representar estas series, quienes participan en el juego tienen que elegir ser, al menos, los papeles protagonistas y antagonistas (que por norma general rehuyen).

El niño no se identifica con el héroe bueno por su bondad, sino porque la condición de héroe le atrae profunda y positivamente. Para el niño la pregunta no es “¿quiero ser bueno?”, sino “¿a quién quiero parecerme?”. Decide esto al proyectarse a sí mismo nada menos que en uno de los protagonistas. Si este personaje fantástico resulta ser una persona muy buena, entonces el niño decide que también quiere ser bueno. (Bettelheim, 1980, p. 13)

Este colectivo quiere desarrollar el rol de las figuras heroicas de sus historias favoritas, pero nadie quiere interpretar el papel de la maldad que siempre pierde. Esto se debe a que quienes ejercen el mal carecen de atractivo para las criaturas: son seres desagradables a los que nadie quiere acercarse, siempre están haciendo maldades para perjudicar a la sociedad. Por ende, nadie quiere ser o aparentar ser alguien con este panorama vital.
Consecuentemente, las figuras malignas acostumbran a tener finales desastrosos o simplemente nunca consiguen cumplir con sus propósitos. De modo que el mensaje es directo: si alguien no se comporta de acuerdo a unos valores socialmente aceptados, no puede tener cabida en la comunidad en la que se encuentre. Por ello, se tiende a etiquetar de un modo tan bestial a las figuras malvadas, si no, es más probable que la comunidad estudiantil infantil quiera anhelar ser estos seres. Esto se debe a que, en el aspecto material, las figuras perversas tienen vidas que se pueden incluso envidiar: lujos, poderes sobrenaturales insuperables, prestigio, etc., pero carecen de sentimientos positivos y buenos hacia otras personas, no son capaces de amar a nadie más que a su propia imagen.
De manera que, si además de muchos de los privilegios que tienen estos y estas pueden obtener y cumplir siempre sus deseos, inconscientemente se está inculcando la idea de que en esta vida para conseguir lo que se desea solo hay que pensar en uno mismo, optar por el egoísmo, sin mostrar ningún tipo de respeto por los demás.
Otra de las ideas subyacentes a los estereotipos de la maldad es que las personas malas siempre van a serlo y no merecen segundas oportunidades. Así, en un sinfín de productos cinematográficos la maldad es un rasgo de carácter permanente, inmutable. Se quiere transmitir la idea de que en esta vida solo se puede ser o “bueno” o “malo”. Esta polaridad, junto con otros binarismos de género, son particularidades de la sociedad occidental judeocristiana.


EL PROBLEMA DE LA CULTURA VISUAL EN LA SOCIEDAD ACTUAL



Existen un gran número fuentes de información que nos afectan y nos configuran inconscientemente, entre otras podemos destacar: por un lado el televisor que emite imágenes de tipo informativo, imágenes comerciales e imágenes de entretenimiento; por otro lado también contamos con las imágenes publicitarias que se encuentran en nuestro entorno como las vallas gigantes, los mupis o las marquesinas del transporte público; sin olvidar los escaparates de las tiendas pertenecientes al visual merchandising; el cine y/o las imágenes de internet (Acaso, 2006).

Vivimos en una sociedad donde a diario estamos hostigados por un gran número de información y de mensajes subliminares que llegan a nosotros y que ahondan en nuestro interior prácticamente sin percatarnos. Todo ese compendio de información es lo que se conoce bajo el nombre de Cultura Visual. De modo que, ¿si el mundo audiovisual se está convirtiendo en uno de los medios de comunicación pioneros en nuestra sociedad por qué no se dedica un tiempo en la escuela para abordarlo de lleno?

Se advierte que hay una necesidad latente de abordar la cultura visual, su significación, etc., involucrando a nuestro alumnado dentro de dicha cultura para que se acostumbren y puedan vivir en un mundo empapelado por iconografías sin que esto repercuta negativamente en ellos ni en ellas. “La imagen es manipulable, la personalidad no debe serlo” (Granado, 2003 p. 155).

Esta es la era de la tecnología y de la digitalización de los medios, en un mundo tan tecnológico como es el nuestro en estos momentos. Atendemos a varias representaciones, como pueden ser la predominancia e importancia del icono, las expresiones audiovisuales, la cultura electrónica y todo el conjunto de expresiones culturales que las personas utilizan hoy en día.

Por otro lado, podemos concretar que además de tener las calles de nuestras ciudades recubiertas con un sinfín de anuncios publicitarios que nos dicen cómo tenemos que vestir, cómo tenemos que comportarnos, a qué juegos tenemos que jugar, y demás; el medio de comunicación de masas por excelencia que transmite a los escolares s información que cualquier otro es la televisión. ¿Por qué podemos considerar a la televisión como el medio principal y no otro como pudiera o pudiese ser la radio o los periódicos?

La televisión sigue siendo un elemento aglutinador de los más diversos procesos de  opinión. Últimamente se enfatiza el análisis y la discusión en torno de la relación que debe existir entre educación y televisión, [···] la televisión interviene en la mayoría de los ambientes por los que discurren las ruinas de grupos e individuos. Sobra recordar su carácter de institución social reguladora de las dinámicas colectivas, en su innegable capacidad para acompañar silenciosamente la generación de ideas y valores, así como la imposición de símbolos y referentes culturales y políticos en torno a aspectos esenciales para la comprensión y el funcionamiento de la dinámica social. (Aranguren, Arguello y Bustamante, 2004 pp.132-133)

Simplemente, porque “la caja boba” es el aparto tecnológico frente al que la mayoría de individuos pasan muchas de sus horas diarias, visualizando imágenes de todo tipo sin darse cuenta, en la gran mayoría de los casos, de la influencia que puede tener en ellos y en ellas; sobre todo si son los propios niños y niñas los que se acomodan frente a ella para ver aunque sea una serie de dibujos animados o una película infantil, las cuales tienen una gran carga y un gran peso para la configuración de sus comportamientos y sus futuras actuaciones. “En la cultura occidental, la televisión ocupa una gran parte de nuestro tiempo, convirtiéndose, especialmente entre los más jóvenes, en una de sus principales fuentes de información” (Granado, 2003).

MAESTROS E IDENTIDADES. UNA APROXIMACIÓN DESDE LA CULTURA VISUAL INFANTIL. WALT DISNEY COMPANY, PIXAR ANIMATION STUDIOS Y DREAMWORKS


Las plantillas docentes de las escuelas tienen la labor de ayudar a la infancia a configurarse y desarrollar su propia identidad y personalidad. Esta debe de ser única e intransferible a cualquier otra persona. “Es sabido que la construcción de lapersonalidad en la infancia no está sujeta a factores genéticos, sino que vienedeterminada por la educación y los influjos del contexto social”. El problema radica en una pretensión de que toda la clase sea igual, que todo el colectivo de estudiantes de la misma sea educado en base al mismo patrón, presentándole solo un único modelo.
Asimismo, no debe olvidarse que los medios de comunicación de masas, la publicidad, el merchandising y, sobre todo, la Cultura Visual proveniente de las películas y series de televisión infantiles, transmiten un mensaje que va calando en las personas y les va configurando una personalidad e identidad (Lugo-Lugo y Bloodsworth-Lugo, 2009). Mensajes a su vez relacionados con los intereses políticos y económicos de las productoras (Lugo-Lugo y Bloodsworth-Lugo, 2009; Alcacer, Collis y Furey, 2015) que generan dichos productos; en lugar de vincularse con la transmisión de valores que sirvan para generar una sociedad equitativa, crítica, igualitaria, sin discriminaciones, tolerante, etc.
Teniendo en cuenta la importancia de las películas infantiles en la formación de la infancia es necesario como maestros y maestras plantearse la necesidad de introducirlas en nuestra labor docente para educar a la infancia. Sobre todo, las pioneras y más influyentes en las criaturas son las producidas por las grandes compañías cinematográficas estadounidenses: Walt Disney Company, Pixar Animation Studios y Dreamworks. No obstante, la labor no hay que limitarla a proyectar un filme, sino a analizarlo en profundidad y enseñar a la infancia a ser crítica con los productos audiovisuales que consume.
Disney, por ejemplo, aboga por transmitir un mensaje e ideal de amor romántico entre un hombre blanco y de clase social alta con una mujer de condiciones socioeconómicas similares. Potenciando unos ideales de belleza estereotipada en la que toda aquella persona que no pertenece a esta norma establecida no tiene cabida en la sociedad occidental europea y americana. Así, lleva a cabo una americanización y disneyzación de la sociedad en su totalidad. Es ahí donde las plantillas de docentes deben intervenir y ayudar a las criaturas a criticar estos mensajes transmitidos: sumisión de la mujer al hombre, relaciones heterosexuales como únicas y válidas, etc.
En cambio, Pixar y Dreamworks, como consecuencia de iniciarse en el mundo del cine infantil a finales del s. XX, cuidan más el trasfondo de sus personajes y los mensajes que transmiten. Por ello, en Pixar hay constantes guiños al reconocimiento de las discapacidades físicas y psíquicas en las personas. Mostrándolas no como un tema tabú, sino como una realidad latente en el mundo occidental. Del mismo modo Dreamworks rechaza el ideal de belleza de Disney y los mensajes y valores que hacen pervivir la estructura patriarcal de la familia, las desigualdades, etc.
Asimismo, es necesario que las plantillas de docentes de todos los tramos de la escolarización, más aún de la educación infantil, se preocupen de introducir en sus aulas estos contenidos. Así, deben de enseñar a la infancia a traducir e interpretar los mensajes que las grandes compañías cinematográficas quieren hacer llegar a la audiencia. A su vez, significaciones monótonas que mantienen a la mujer en un segundo plano en la sociedad occidental, que defienden una estructura de clases basada en el patriarcado y en promotora de la religión cristiana como único dogma.
En tanto que no es posible generar productos cinematográficas de gran impacto como es el de estas productoras. Sí que se precisa que la infancia que consume los productos sepa a que mensajes se enfrenta. Así como también que sean los maestros y las maestras quienes ofrezcan más posibilidades de las aparentemente ofrecidas: diversidad sexual, lucha de clases sociales, igualación entre los derechos de las mujeres con los del hombre, etc.